La Sra. Grant notó que el amigo de su hijo, Seth, estaba deprimido y le preguntó qué le pasaba. Él estaba seguro de que su novia lo estaba engañando y, dado que la Sra. Grant siempre tuvo debilidad por Seth, decide hacerlo sentir mejor. ¡Pero su debilidad no está en su corazón, sino entre sus enormes tetas!