Por primera vez, tu cita de Tinder fue realmente bien. Pasó de buena a la mejor de todas hacia el final de la noche. Te invita a su casa y te confiesa que en realidad no tiene 30 años como afirmaba en su perfil. Aún te sientes muy atraído por ella y confiesas que se parece a tu madrastra. Te da vergüenza admitir que en realidad has tenido fantasías sexuales con tu propia madrastra y que solías robarle sus bragas. Estás muy avergonzado, pero ella te hace sentir cómodo y realmente se deja llevar por tu antigua fantasía. Tú y tu madrastra tenéis el mejor sexo de la historia con sus bragas sedosas envueltas alrededor de tu polla. Te dice que no te preocupes por el condón. Está dispuesta a arriesgarse por la tarta de crema caliente que le das. Definitivamente intentarás conseguir una segunda cita con esta. Incluso si NO tienes un fetiche de madrastra…