Era un día más en la oficina para la estrella porno Rachel Steele. Estaba revisando sus correos electrónicos como de costumbre, revisando todo el correo basura de rutina cuando se encontró con un correo electrónico que no era de la mezcla habitual: un joven llamado Michael que le había enviado un correo electrónico, expresándole que pensaba que Rachel era una mujer hermosa y talentosa y que pensaba que creaba arte frente a la cámara. Rachel se quedó atónita con esas palabras y sintió que debería conocer a Michael un poco más, por lo que los dos se enviaron correos electrónicos durante un tiempo.