¿Recuerdas cuando podías agarrar tu polla y masturbarte cuando quisieras? ¿Acariciarte fuerte y correrte fuerte cuando lo necesitaras? Bueno, eso ya se acabó. Ahora tu polla me pertenece y me gusta encerrada en un apretado dispositivo de castidad. Ahora eres mi zorra y tu polla me pertenece. Yo decido cuándo y si puedes salir de esa estrecha jaula para pollas. Cómo puedes correrte y si puedes correrte en absoluto. Tu polla ahora pertenece a tu Ama. Y tu orgasmo también. Sí, tus orgasmos ahora me pertenecen. Y hoy me gusta ver tu polla explotar dentro de esa estrecha jaula. Haré que te corras arruinada en castidad. Porque tu polla me pertenece tanto como tu orgasmo.