Con mis labios rojos, susurraré las palabras más sucias y degradantes que hayas escuchado jamás, empujándote a un frenesí de lujuria. Mis ojos, feroces y autoritarios, perforarán tus defensas, dejándote expuesta y vulnerable a mis caprichos. Mis uñas largas, afiladas y hermosamente cuidadas, son instrumentos de provocación y tormento, que recorren mi voluptuosa forma, haciéndote doler de deseo. Te guiaré, con un tono cruel y malcriado, a través de una sesión de bombeo que te dejará sin aliento y rogando por más. Estarás pendiente de cada una de mis palabras, adicta al sonido de mi voz mientras te empujo hasta el borde, solo para hacerte retroceder en el último momento. Como tu amante dominante, tomaré el control de tu placer, dictando cuándo y cómo puedes tocarte. Serás mi esclava obediente, siguiendo cada una de mis órdenes, perdida en el poder venenoso de mi presencia.