Tu billetera se vacía en mi cumpleaños JOI

Tú, una mota sin valor en el gran esquema de mi mundo, tienes la audacia de existir sin rendirme homenaje en mi cumpleaños, el 26 de diciembre. Hoy, tu patética existencia gana algo parecido a un propósito mientras te arrastras a mis pies, con la billetera abierta y tu insignificante hombría en la mano. Me acariciarás bajo mi estricta orden, cada movimiento será un testimonio de tu servilismo y desesperación. Tu primer tributo, unos miserables 26 dólares, es ridículo, pero es solo el comienzo. Con cada pago, un lamentable intento de atraer mi atención, te acercarás cada vez más a la ruina financiera. Mi risa burlona resuena en tus oídos mientras obedeces, cada caricia te convierte en una marioneta financiera más cobarde. Al final, tu cuenta bancaria… y tu dignidad se hará añicos, todo en honor a tu Reina del Cumpleaños de Invierno. No eres más que un cajero automático con patas, una fuente de mi diversión y riqueza. Acepta tu degradación; es el único regalo que mereces dar