Estás bajo mi hechizo y harás todo lo que te ordene. ¡Eres MÍA! ¡Repite después de mí! Te acariciarás cuando te lo diga, te detendrás cuando te lo diga, te darás una palmada en la polla cuando te lo diga y, sobre todo, ¡TE CORRIRÁS cuando te lo diga! Solo mi cara y mi voz te ponen bajo mi hechizo.