Sergio había estado deseando los bonitos pies de su madrastra Tracy desde que los vio por primera vez. Por suerte, cuando la sorprendió sola dándose placer, supo que no podía dejar pasar una oportunidad como esta. ¡Se toma su tiempo y adora cada centímetro cuadrado de los dedos y las plantas de los pies de Tracy mientras ella se complace sin dudarlo!