Sophia Locke invita al médico a una consulta privada. La pelirroja tatuada, que luce impresionante con su vestido ajustado, le informa al médico que sigue sintiéndose cachonda hasta el punto de faltar al trabajo para masturbarse. Acostumbrado a este tipo de problemas, el médico examina rápidamente a su paciente de grandes tetas y culo redondo y le prescribe la medicación habitual para la polla, que sugiere administrar de inmediato. Sofia le hace al hombre una sensual combinación de mamada y paja antes de proceder a follar en vaquera inversa, estilo perrito y misionero. Los gemidos de belleza demuestran que el tratamiento está surtiendo efecto. El chico travieso se retira del coño afeitado de Sophia y la deja soplar su palpitante polla hasta que se corre en su cara y en su boca. Ella traga naturalmente la espesa medicación.