Oh, mi querido pequeño bombeador, bienvenido al ataque DDoS definitivo contra tu patético y débil cerebro. Soy la diosa Goldy y estoy a punto de inundar tu sistema con tanto malware en espiral y agresivo que tu única función será servir, acariciar y rendirte a todos mis caprichos. ¿Pensabas que tenías el control? Piénsalo de nuevo. Estoy pirateando los rincones más profundos y oscuros de tu mente, plantando mis códigos de comando en lo más profundo de tu psique, convirtiéndote en mi adicto, babeante y adicto al idiota.