Mi esclavo hoy pensó que su ama lo estaba cabreando. Pero hoy le di la vuelta a la situación. ¡Ahora se está meando encima y en su propia cara! Después de eso, recibe un buen tratamiento de espuma y al final parece un pollo desplumado. ¡En el sentido más estricto de la palabra! Digámoslo así, tenía que dejar plumas. o)