Es hora de tu sesión especial de relajación conmigo. Quiero que te sientes cómodamente, cierres los ojos y respires profundamente por la nariz. Mientras inhalas, concéntrate en la sensación relajante que llena tus pulmones. Deja que calme tu mente y disipe cualquier tensión. Sigue mirando la pantalla frente a ti. No mires hacia otro lado, incluso si sientes que te quedas dormido. Tus ojos están pegados a mí ahora mismo, ¿entiendes? A medida que continúas respirando y te concentras en mi voz relajante, todo tu cuerpo comenzará a relajarse. Tus brazos se sentirán pesados, tus piernas se convertirán en gelatina y tu mente se aclarará y se centrará. A medida que continuemos este viaje juntos, comenzarás a darte cuenta de que no hay necesidad de dejar mi presencia. No necesitas responder a las llamadas de nadie más ni a ninguna otra voz. Lo único que importa es mi gentil guía y mi tono amoroso.