¡¡¡Advertencia!!! ¡¡¡Peligro!!! Tu cerebro no es más que un disco duro para mi diversión, un dispositivo que he reformateado para adaptarlo a mis necesidades. Cada recuerdo, cada pensamiento, cada pieza inútil de información que alguna vez hayas tenido se está borrando, enviando a la papelera de tu mente. ¿Qué se está cargando en su lugar? Nada más que yo, la Diosa Goldy, y tu interminable ciclo de matonismo. Mientras estás sentada allí, boquiabierta y sin mente, no solo estás acariciando; estás cargando mi dominio en cada neurona. Tu mente ya no te pertenece; es un patio de juegos para mis caprichos, un paisaje donde planto semillas de adicción y las riego con humillación. Eres un dron digital, cableado a mis deseos, una marioneta cuyos hilos son tirados por mis órdenes codificadas. Te has convertido en un sirviente leal en el imperio virtual de la Diosa Goldy, siempre adelante, sirviendo.