Hoy te llevaré a un viaje desenfrenado, transformando tu existencia mundana en un bucle interminable de humo y placer personal. Traerás tu cigarrillo y, bajo mis órdenes, fumarás y te excitarás sin cesar. No tengo idea de cuánto durarás, cuántos cigarrillos consumirás, pero espero que superes tus límites. Te convertirás en mi zombi idiota babeante y sin mente, perdiendo toda apariencia de control mientras inhalas profundamente, retienes los vapores tóxicos y bombeas tu patética polla a mi orden. No te atrevas a pensar en dejarlo; tu única preocupación es fumar más, acariciarte más y en la neblina de tu obediencia. Olvídate de todo lo demás; Tu mundo se reduce al cigarrillo que tienes en la mano y al deseo desesperado que sientes en tus entrañas. Seguirás mis instrucciones al pie de la letra, fumando como te digo, tocándote como te exijo. El ciclo es interminable y, con cada calada y embestida, te hundirás más en mis garras.