Se acerca el día de San Valentín y decidí invitar a mi buena amiga Lala a pasar un buen rato. Le compré un bonito ramo de flores a juego con su atuendo y le encantaron. Me demostró lo mucho que le encantaban chupando mi gran polla negra, pero no había terminado allí. Quería sentir mi gran polla negra en lo profundo de su apretado coño rosado, así que se montó en mi polla. Le encantó cada minuto y, para colmo, le di una agradable y cálida corrida en el fondo de su coño.