Después de un almuerzo que preparó Poli, Vitoria no se siente bien. Su estómago comienza a hincharse y aparecen flatulencias. ¿Y qué mejor castigo para el esclavo por lo sucedido que tirarse un pedo en la cara de la criada por una comida horrible? Será una lección cruel pero buena para Poli para el futuro. Si no sabes cocinar, no cocines, especialmente para tu amante.