Ah, mi pequeño juguete desesperado, mírate con tu patética polla en la mano, temblando de anticipación. Eres un adicto a los idiotas, irremediablemente adicto al sonido de mi voz, a la vista de mi cuerpo divino. Pero recuerda, este placer es mío para concederte, y no puedes correrte hasta que yo lo diga. Comienza a acariciar, lentamente, deja que la anticipación aumente. Mientras bombeas, deja que tu mente sucia divague hacia las profundidades de tu degradación. Imagínate chupar una polla grande y dura, solo para mí. ¿Puedes saborearla, perdedor? Eres un fenómeno bicurioso, excitado por la idea de complacer a otro hombre para tu Diosa. Admítelo, abrázalo, estás ansiando por ello. Bombea más fuerte, mi idiota inútil. Imagina cómo se sentiría, esa polla deslizándose por tu garganta, la humillación de ser utilizada, siendo mi obediente chupapollas. Eso es todo, deja que la degradación penetre profundamente. No eres más que un juguete para mi diversión. Ahora, imagina esa polla, palpitando, lista para explotar en tu boca.