¡Afortunado en el juego, desafortunado en el amor! Incluso después de haber recibido a sus mejores amigos con los brazos abiertos. Lo hicieron quedar como un tonto toda la noche, comiéndose a su esposa de todas las formas posibles y él ni siquiera lo sospechaba. Su confianza en el juego lo hizo perder la cabeza y apostar todo o nada, ya que como no tenía fondos apostó a su esposa. Suzie Slut