Esta pelirroja guarrilla fue invitada a pasar una noche de pizza y una inocente partida de billar, pero lo que realmente tenía en mente era una buena salchicha gorda. Se quita la ropa y apenas puede esperar a tener esa polla dura en su boca. Olvídate de los juegos, lo único que quiere esta zorra es una polla que le dispare una enorme carga de semen en la cara.