Mi hijastro es maravilloso, pero también me duele el trasero. Tiene esta obsesión por bajarme los pantalones todo el tiempo. Al principio era divertido y tierno, pero ahora estoy realmente preocupada por él. Lo volvió a hacer hoy. Bajando los pantalones una y otra vez. ¡Luego me bajó las bragas y metió el dedo en mi coño! ¡Ya es suficiente! Claramente su curiosidad se está apoderando de él, así que lo mínimo que una madrastra podría hacer es ayudar a su hijastro a entender el cuerpo femenino y lo maravilloso que puede ser el sexo.