Mi hijastro quería pasar la Navidad en las montañas, pero nos salió el tiro por la culata. Y muy mal. ¡Ahora estamos atrapados y hay un metro de nieve afuera! Han pasado semanas. Estamos empezando a sentirnos encerrados. ¡Estoy tan estresada! Cuando mi hijastro me dice que tiene un remedio para el estrés, creo que me va a dar un buen masaje en los hombros, pero ¡no! ¡Quiere que le masajee la PENE! Tal vez me esté volviendo loca por todo este tiempo en casa, o tal vez estoy muy cachonda, pero antes de que pueda convencerme de lo contrario, su polla está en mi boca y le digo que quiero que me la folle. Esto realmente me hace sentir mejor. ¡Creo que he encontrado un nuevo juego para que juguemos!
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