Tiffany Price ni siquiera puede esperar a que llegue John Strong, ¡está hurgando en sus bragas como si estuviera buscando oro! John apenas se ha bajado la cremallera de los pantalones y su gruesa vara está entre sus apretados labios. Él le da una palmada en el culo mientras le golpea el coño hasta dejarlo rosado, y luego ella echa la cabeza hacia atrás y espera con impaciencia a que le meta las nueces en la garganta.