Me estaba yendo muy mal en la universidad y si mis notas no mejoraban no jugaría para el equipo. Mi entrenador de fútbol me invitó para que su esposa pudiera darme lecciones para mi clase de salud. Todo lo que sabía era que ella tenía un doctorado en alguna carrera científica. No podía decir que no y realmente quería aprobar la clase. Fui a su casa un día después de la universidad. Me sentó y me dijo que su esposa vendría pronto. Ella entró con el uniforme de universitaria más guarro que puedas imaginar y me explicó que se especializaba en educación sexual. Se acercó muchísimo y comenzó a besarme, no pude decir nada y no sabía qué decir. Me excité automáticamente, nervioso y duro. Ella me dijo que me callara y sacó mi polla. Mi entrenador entró poco después y sacó su polla. Mientras ambos nos turnábamos para que nos chuparan las pollas, también usamos sus agujeros. Ella me dejó usar su pequeño y apretado culo mientras él golpeaba su coño.