Por fin llegó el momento, esta fiesta del año por fin pudo tener lugar. El requisito previo para la aparición eran los sacos abultados. Comenzó muy cómodamente. Uno tras otro usa mi roseta anal apretada y cubierta de semen a su antojo. Después de unas horas, mi culo estaba completamente destrozado y totalmente jodido hasta el dolor. El esperma se derramaba en litros y las mejillas estaban rojas y llenas de semen. Pero entonces comenzó la fiesta de verdad.