¡Vaya sorpresa! Me desperté con un regalo de cumpleaños y le di un chorrito de leche calentita. Me encanta como me masajea hasta que no aguanto más y termino dejándome llevar, propulsando la corrida con fuerza.
¡Vaya sorpresa! Me desperté con un regalo de cumpleaños y le di un chorrito de leche calentita. Me encanta como me masajea hasta que no aguanto más y termino dejándome llevar, propulsando la corrida con fuerza.