Mila, como una diosa que lo da todo, como una sacerdotisa del amor, se dejó usar por un simple mortal. Le chupó los pezones, le lamió las areolas, le metió las tetas enteras en la boca.
Mila, como una diosa que lo da todo, como una sacerdotisa del amor, se dejó usar por un simple mortal. Le chupó los pezones, le lamió las areolas, le metió las tetas enteras en la boca.