Matt se excitó de inmediato cuando vio a Andi con su bata de seda. Labios rosados y húmedos. Sonrisa contagiosa. Vibraciones felices y sexys emanaban de ella. ¡No perdieron el tiempo! ¡Sus suaves labios acariciaron su polla! ¡Sus gemidos vibraron a lo largo de su eje haciéndolo cada vez más duro! ¡Se miraron profundamente el uno al otro mientras él estaba dentro de ella! Sonaba tan bien cada vez que se corría, tan bien que tuvo que contenerse para no correrse demasiado rápido. ¡Termina disparando una carga pesada dentro de su coño! Disfrutaron tanto el uno del otro que decidieron tener una segunda ronda…