Marininha muy hambrienta va a comprar sfiha para Manu Fox, cuando regresa a la habitación de su jefe con el pedido y pide una sfiha calentita y fragante que le estaba haciendo la boca agua. Manu Fox intenta negarle la comida, pero recuerda que no es tan malo con su vecina, a quien le gusta ayudar a los pobres y le dice a Marininha que coma solo un pedazo, un bocado, que la caja de sfiha es toda suya. Su criada no sabe cómo aprovechar la oportunidad única que tuvo de comer con su jefe y eructa en la mesa tomando un solo sorbo de su refresco. Entonces Manu Fox se irrita y la agarra del cabello diciendo que le dará una lección. Manu Fox le está dando una gran lección a Marininha, ¡¡¡NO TE LA PIERDAS!!!