Hoy entré por casualidad a la sala de estar y vi a mi madrastra escuchando su música y quitando el polvo de los muebles. Esto no suele hacer que me detenga y se me caiga la mandíbula, pero hoy llevaba puesta su ropa deportiva ajustada y apreció que la mirara de vez en cuando. Me atormentó con su gran trasero que tenía tantas ganas de bajarle los pantalones y tocarlo. Estoy seguro de que sabe lo jodidamente sexy que es. Dio un gran espectáculo hasta que sintió que estaba lista para explotar una carga en mis pantalones y luego tuvo el descaro de pasar a mi lado y hacerme un gesto obsceno como si quisiera decirte que te jodan por ser pervertida con tu madrastra. ¡Qué perra! Mellanie Monroe