Madrastra se despierta con migraña, y su marido le ofrece un medicamento para aliviar su malestar, aunque sabe que este medicamento puede provocar efectos secundarios afrodisíacos. ¡Y así sucedió! La madrastra, fuera de control y goteando lujuria, fue a ayudarse con la polla de su propio hijastro, ¡que no tenía nada que ver con la historia! ¡El problema es que podrían ser descubiertos en cualquier momento!