Hoy mi dulce hijastra y yo estamos aprendiendo a follarnos mutuamente con un consolador doble. Estábamos un poco incómodas pero lo superamos y, por supuesto, como su madrastra favorita, le chupé el tierno coño a esta hermosa chica y ella me lo agradeció chorreando y meándose en mi cara y en mi boca. Ya sabes cuánto me gusta eso. Por cierto, también lo intenté y vertí su dulce rostro con mis jugos y mi chica puede ser alabada por ello, ¡sentí su lengua caliente en mi coño mojado y obtuve un placer increíble!