Me estás mirando disimuladamente mientras me cambio en mi habitación… ¡¡otra vez!! Sé muy bien que estás ahí. En el momento en que me viste llegar a casa con un nuevo suéter de punto suelto, supe que no podrías mantenerte alejada. Empiezo a hablarte y te exijo que entres a mi habitación. De pie frente a mí, usando solo mis bragas y mi suéter diminuto, te hablo con condescendencia, haciéndote saber quién está a cargo. Verme con mi top de punto te debilita tanto que haces todo lo que digo, así como la amenaza de que tu padrastro descubra lo que has estado haciendo. Te encuentras de rodillas con tu madrastra embarazada encima de ti, quitándole las bragas y exigiendo que cuides su coño caliente e hinchado con tu boca mientras miras hacia arriba y disfrutas de la vista sobre ti, mientras te provoco con mi suéter y me corro en tu boca.