La diosa Tara acaba de llegar a casa del gimnasio y se da cuenta de que Alex se perdió su clase. Ella es la madrastra de Alex y cuando él no se despierta para ir a clase, decide castigarlo. Para ello, entra en su dormitorio y se sube a su cama donde él está descansando desnudo y le pone un dispositivo de castidad en la polla. Para aumentar su castigo, se quita sus zapatillas de deporte sucias y le quita los calcetines sudados, haciéndole olerlos. Luego controla su cara con los pies, haciéndole respirar el aroma de sus pies sudorosos y apestosos. Incluso le hace sacar la lengua y lamerle los pies hasta dejarlos limpios, asegurándose de que lame entre cada dedo.