Lizzy London siempre ha querido dejar que su marido experimente las dulces alegrías de un coño de dieciocho años justo delante de ella, así que cuando conoció a la universitaria guarrilla llamada Vicky Vixen, Lizzy supo que había encontrado el juguete perfecto para su trío. Su marido todavía no puede superar el hecho de que a su mujer le parece bien, pero pasa horas afeitándose las pelotas y asegurándose de que todo esté en perfecto orden para el gran evento.