La semana pasada fue mi cumpleaños. En esta época del año, me gusta mucho ser generosa. Así que decidí darle a mi esclavo dos regalos también. El primero, penetración, que no ha tenido durante tanto tiempo. ¿El segundo? Una jaula de castidad negativa. Excepto que darle esta última penetración… No va a salir tan bien como podrías pensar…