Dejé que mi amiga, Kenzy Kaye, se quedara conmigo por un par de días. Necesitaba dejar su lugar por unos días después de pelearse con su amiga. Fui a verla y, para mi sorpresa, se estaba masturbando en mi cama. Ya podía ver todas las manchas en ella por su eyaculación. No lo podía creer y seguí mirándola mientras la puerta estaba casi cerrada. Comencé a acariciar mi polla y casi me corro. De todos modos, la encontré, terminando el pequeño espectáculo. Le ofrecí un lugar para quedarse y ella quería arruinar mi cama.