Un día, mientras navegaba por una tienda online, MilfyCalla se topó con un juguete que le llamó la atención. Era un juguete pequeño. Sin pensarlo dos veces, lo pidió y esperó ansiosamente su llegada. Cuando finalmente llegó el osito de peluche, MilfyCalla se llenó de alegría. Lo sostuvo cerca de su pecho y sintió que una sensación de comodidad la invadía. Lo llamó “Teddy” y desde ese día se convirtió en su compañero constante.