Arrodíllate, mi puta codiciosa. Sé que te excitas con esa vista de mis medias de nailon sedosas y completamente confeccionadas y ese aroma en el aire cuando me quito los tacones altos. Cálido y sudoroso justo delante de tu nariz. Frota tu cara en mis arrugadas suelas de nailon y huele el perfume de los cálidos pies de tu Ama. Y sí, tienes permitido acariciar. De rodillas, chupando los dedos de los pies de tu Ama. ¡Chúpame los pies, perra! Sé que eres codiciosa. Tómalos profundamente en tu boca para chuparlos. Lame mis suelas de nailon. Con toda tu lengua y tu boca bien abierta. Hasta que el cálido aroma de mis pies te haga correrte.