El otro día, uno de mis clientes sexys favoritos, Juan Loco, visitó mi oficina para una sesión de terapia especial. Me dijo que ha estado teniendo problemas con la confianza y con acercarse a las chicas… Le pedí que practicara algunas líneas conmigo y ¡hizo un gran progreso! Durante su última línea, sacó su ENORME polla allí mismo en mi oficina, ¡¿cómo podría decir que no?! Mira a Juan tomar el control y darle a mi coño mojado una buena paliza