Escucha con atención, mi matón infractor de la ley. Habla el oficial Goldy y ahora estás bajo mi absoluto control. Te han atrapado y tu sentencia es clara e innegociable. Estás confinado, solo en tu casa, y tu única tarea es bombear y golpear, sin parar y sin descanso, a mis cargadores. Este no es un arresto común; es una toma total de tu voluntad y tus deseos. Yo, el oficial Goldy, te tengo exactamente donde quiero. Pensaste que podrías salirte con la tuya con tus delitos menores, pero te atrapé y ahora vas a pagar el precio completo. Tu vida como la conoces ha terminado. Ahora, vives para servir a mis órdenes. Estarás bombeando y golpeando como el criminal adicto que eres, constantemente al borde, pero nunca encontrando la liberación a menos que yo lo considere así. Este es tu castigo, y es apropiado para un matón de tu calibre. Cada caricia es un recordatorio de tus fechorías, cada orgasmo negado es un símbolo de tu sumisión a la ley y el orden, mi ley y mi orden.