Una vez más es todo lo que necesita la madrastra Sovereign y engaña a su hijastro Michael para que pase por la casa a buscar su paquete caliente y húmedo que la espera. Michael juró que dejarían de follar, pero Sovereign admite que su padrastro no se la ha follado en más de un año y él es el gallo que necesita ocuparse de sus ansias de polla.