Porno Dan no se ha sentido bien últimamente. Siguiendo el consejo de un amigo, decide visitar a la enfermera Lilli Vanilli. Ella descubre que la enfermedad de Porno Dan es la falta de sexo, por lo que le da el consejo perfecto. Una mamada, una dosis de sus enormes tetas y una sesión de sexo salvaje. Definitivamente no hay mejor enfermera que la rubia tatuada de enormes tetas. La próxima vez que nos sintamos mal, ya sabemos a dónde ir…