¡Oh, cuántos descubrimientos maravillosos nos tiene reservado el maravilloso Internet! Ayer mismo se registró en un servicio de citas, pero hoy su casa está llena de pollas cachondas. Y todo habría ido bien, y habría tenido mucho sexo, si no fuera por el anecdótico regreso de su marido de un viaje de negocios. Tan inesperado que sus nuevos amantes tuvieron que conocerse