En un otoño lluvioso y fresco, una chica asiática de pelo largo y negro llamada Nagisa Fukushima vio a un chico en la calle que tenía frío. Ella lo invitó a ir a su casa para calentar su polla con su cuerpo. Cuando llegaron, ella comenzó a desvestirse, cuanto más se excitaba con el chico. Él se puso muy cachondo y la hizo chuparle la polla. Luego folló duro, y consolidó el éxito con un juguete sexual.