Las películas de terror siempre han hecho de la escena de la ducha un pilar en sus producciones, Kianna puede no ser tan espeluznante como Norman Bates en Psicosis, pero ciertamente es mucho más sexy. A quién le importa si puede llevarte el corazón a la garganta con miedo, siempre y cuando pueda llevar tu esperma a su garganta si tiene lujuria.