Estoy sentada en mi mesa de maquillaje y tengo una picazón irritante en mi trasero, después de un rato me levanto y veo a un ‘pequeño’ acostado en mi silla… debe haber estado escondido desde mi reciente infestación de pequeños, pensé que los había aplastado a todos… has hecho bien en sobrevivir tanto tiempo. Lo sostengo frente a mi cara, le hablo, lo acaricio, lo lamo un poco, lo pongo en mi boca con sus pequeñas piernas colgando, pero finalmente decido que tengo ganas de deshacerme de él sintiéndolo aplastarse debajo de mí. Lo coloco en la silla, levanto mi vestido y me siento, frotándolo debajo de mí, balanceándome hacia atrás y hacia adelante… una vez que termino, lo levanto de nuevo y lo llevo conmigo para disfrutarlo más tarde.