Así es como se ve la atracción, simple y llanamente. Tan pronto como entramos por la puerta después de un día fuera, mi esposo me empuja contra la pared y comenzamos a quitarnos la ropa pieza por pieza. Cuando llega a mis bragas, me las quita, me levanta y me provoca con su polla antes de introducirla en mi coño apretado. Me folla profundamente y con fuerza hasta que me llena.