Te despiertas, atada al suelo junto con tu prometida y yo, tu ex, de pie encima de ti, con el vestido de novia de tu actual prometida. Me queda mucho mejor a mí que a ella, ¿no? Mientras estoy atada, regaño a tu prometida mientras hablo de nuestro amor, intentando convencerte de que me necesitas de vuelta. Empiezo a chuparte la polla (punto de vista del consolador), manteniéndote al borde, luego cabalgo sobre tu polla (sexo virtual) y sigo hablando de nuestro amor, del odio por tu prometida, haciendo que te corras dentro de mí. Pero entonces las cosas dan un giro, cuando empiezo a hablar de cortarte la polla, ya que te está haciendo tomar malas decisiones, anulando tu mente.
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