Mi exnovia, Virah Payam, decidió pasarse por mi casa una noche. Quería disculparse por lo mal que me había hecho engañándome. No soportaba mirarla ni siquiera escucharla hablar. No quería tener nada que ver con ella, pero ella dijo que haría lo que fuera para arreglarlo. Le dije directamente que no lo iba a aceptar y que quería usar todos sus pequeños y apretados agujeros. Inmediatamente se puso de rodillas, sacó mi polla y se la metió en la boca. No hacía mucho, así que la metí por su garganta y comencé a usarla y a follarla. La incliné sobre el sofá, con la cara en el cojín, y usé su coño apretado y húmedo por detrás. La follé duro, haciéndola correrse casi todas las veces, ella me rogó que la embistiera más fuerte.
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