Esta mujer quiere que su hijastro sea titular en el equipo de baloncesto de la escuela secundaria. No es tan bueno porque falla tiros libres y siempre pierde el balón. Ella invita al entrenador de su hijastro para tratar de convencerlo. Él se niega, pero esta mujer tiene un plan bajo la manga. Ella lo empuja hacia la cama y pone su gran trasero en su cara. Está tan bien que tiene un poco de dificultad para respirar. Murmura y habla como si tuviera una mordaza en la boca. Mientras se sienta en su cara, dice cómo entrenará a su hijastro en todo para que sea titular en el equipo. Luego se da cuenta de que a él le gusta que le sienten en la cara. Ella también comienza a disfrutarlo cuando él comienza a lamer su coño cubierto por las bragas. ¿Podrá esto convencerlo de permitir que su hijastro se una al equipo?